Aunque el verano llegue a su final, o se nos terminen las vacaciones (algo que llega inexorablemente), no tiene por qué significar que dejemos de viajar y de visitar lugares interesantes. En las ciudades en las que residimos también se puede hacer turismo, en cualquier momento del año. Al fin y al cabo, hay quienes vienen de otros lugares lejanos a conocer lo que nosotros tenemos al lado mismo de casa. Lo de menos es el lugar, ya lo decía Henry Miller: “nuestro destino nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas”.

En los jardines de Can Tinturé (Esplugues)

Un verdadero viajero es capaz de hacer turismo en su propia ciudad, porque siempre hay algo interesante allí donde vivimos que merece la pena ser conocido. Como dice Carlo Goldoni, “Un viajero sabio nunca desprecia a su propio país”.

La ciudad en la que resido, Esplugues de Llobregat, no destaca por sus grandes monumentos, ni por ruinas históricas, pero sí por estar ligada al modernismo catalán, pues aquí se producían azulejos y cerámicas para los más famosos arquitectos (incluso para el mismísimo Gaudí), en fábricas como la de Pujol i Bausis. Esplugues es una ciudad moderna, bien comunicada, con amplias zonas verdes, ubicada en el área metropolitana de Barcelona, que creció especialmente en el siglo XX alrededor de su pequeño núcleo histórico. Y también tiene sus atractivos turísticos.

Recomiendo seguir la ruta «De la má d’Esplugues«, que hace un recorrido por el pasado agrícola, caminando entre masías de los siglos XIV y XV; en torno a la historia de la cerámica, expuesta en los Museus d’Esplugues  (antigua fábrica de La Rajoleta, y museo de Can Tinturé); del Modernismo (Can Casanovas), del Gótico (convento de Santa María de Montsió, con claustro del s. XIV, trasladado desde Barcelona) y del arte moderno (obras del escultor Xavier Corberó). Todo ello junto a los antiguos torrentes que la atraviesan, hoy convertidos en hermosos parques, respirando un ambiente más bien propio de la Cataluña rural, a pesar de estar en el área metropolitana.

Masía Can Casanovas (Esplugues)

Desde la vecina Barcelona se puede llegar utilizando el cómodo TRAM-Baix, que precisamente desde el 2014 organiza la «ruta del tram« en colaboración con Turismo del Baix Llobregat. Se trata de una ruta que, aprovechando el recorrido del tranvía, recorre la comarca del Baix Llobregat, concretamente por los municipios de Cornellá, Esplugues, Sant Feliú, Sant Joan Despí, y Sant Just Desvern, para descubrir museos, lugares emblemáticos y disfrutar de la gastronomía local con promociones especiales.

El pasado mes de julio, un grupo de bloggers de BCNTB (Barcelona Travel Bloggers) tuvimos ocasión de seguir esta ruta, visitando algunos de los monumentos de Sant Joan Despí, Espluges, y finalizando en Sant Just Desvern con una degustación de productos de «km. cero» del Baix Llobregat, elaborados en el restaurante «El Mirador». La visita, muy bien organizada por el Consorci de Turisme del Baix Llobregat, contó con dos guías de excepción vinculados a esta zona, Antoni Gaudí y Josep Mª Jujol, uno de sus discípulos. Puedes ver un resumen en el video realizado por Lucía Marí Bueno:

Ahora que tenemos las vacaciones de verano olvidadas, es momento de hacer una escapada para recargar nuestras pilas viajeras, y aprovechar los recursos que tenemos a mano. Empecemos por nuestras propias ciudades, como yo hago con la mía. ¿Qué me recomiendas visitar en la tuya?

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